Con la llegada de Septiembre, es conveniente hablar de la conocida y desconocida (a partes iguales) leishmaniosis.
Cuando hablamos de Leishmaniosis, nos referimos a una enfermedad parasitaria causada por unos protozoos llamados Leishmania. Es una enfermedad grave, de la que existe tratamiento pero no cura. Si un animal se infecta por leishmania, no podrá curarse.
¿Cómo se contrae?
Prácticamente todos los humanos que convivimos con perretes sabemos que se transmite por un mosquito, del genero Phlebotomo.
Uno de estos mosquitos pica a un animal enfermo y, al ingerir su sangre, también ingiere los protozoos de leishmania. Cuando vuelve a picar a otro animal sano, le deja los protozoos y...ya está infectado.
¿A qué especies afecta?
Principalmente afecta a roedores, cánidos, marsupiales y primates. Sí, primates. Nosotros somos primates, por lo que podemos contraer leishmaniosis también. Sí un mosquito infectado, en lugar de picar a un perrete, nos pica a nosotros nos la transmite. Igual es importante protegerse...¿no?
¿Cómo se evita?
Es relativamente fácil evitar que un perrete se contagie de leishmania. Utilizando antiparasitarios externos como Seresto, Advantix, Scalibor o Frontline TriAct; podemos evitar que el mosquito llegue a picarlo.
También existen otros medicamentos como el CaniLeish, que es la famosa vacuna. El CaniLeish no evita que se contagie, al contrario que los antiparasitarios, pero si llega a enfermar, no desarrollará una enfermedad tan grave como si no estuviera vacunado. Consulta con tu vete para saber más sobre esto.
Muy recomendable es realizar un test una vez al año, para asegurar. Si el perro estuviera infectado, al cogerlo rápido, tiene un pronóstico mejor.
Paseando por zonas sin ríos ni zonas en las que haya restos orgánicos como jardines, árboles frutales, estiércol...
Combinando collar y pipetas en los meses claves: Junio-Julio y Septiembre-Octubre.
(De una forma muy resumida y fácil)
Estos protozoos tienen dos formas; una de ellas vive en el mosquito y al entrar en la sangre; los glóbulos blancos se los comen actuando en defensa del cuerpo. Cuando un glóbulo blanco ha ingerido ese protozoo, este se lo "come" desde dentro y se convierte en la otra forma. Poco a poco van expandiéndose.
Los síntomas van desde problemas de piel, sobrecrecimiento de uñas, endurecimiento de zonas blandas, alopecias, úlceras hasta fallo renal y hepático y problemas sistémicos más serios.
¿Hay tratamiento?
Sí, se puede tratar y controlarla con medicamentos como el Glucantime©, Alopurinol, Domperidona...
Un animal enfermo puede mantener una buena calidad de vida y llegar a vivir tanto como uno sano, además el tratamiento no es especialmente caro.
En resumen, mantener un correcto plan de desparasitación en nuestros perretes es ESENCIAL para la salud, no sólo del peludo, sino de todos. No dudes en consultar a tu veterinario sobre cualquier duda que tengas.
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