Lord Byron fue un poeta inglés que vivió durante el Romanticismo, murió en Grecia. Fue una persona muy particular, consiguió la reputación de un ser excéntrico, ostentoso y polémico; se inclinó por los más desfavorecidos, incluyendo su apoyo a España durante la invasión de Napoleón. Además se caracterizó por su amor y afición a los animales de compañía. Durante su vida compartió sus vivencias con numerosos animales desde gatos hasta monos. Pero sin lugar a dudas el más importante fue Boatswain.
Monumento a Boatswain |
Inmediatamente avisó al capitán para que rescataran al perro, pero este le dijo que el protocolo no permitía parar el barco a menos que cayera una persona. Byron, ni corto ni perezoso se tiró para socorrer al perro y gritó al capitán que cumpliera con el reglamento. Este perro era Boatswain.
Cuando Boatswain murió, Lord Byron mandó construir en su jardín un gran monumento en honor a su peludo amigo y escribió en su tumba unos versos que personalmente, me resultan los versos más emotivos que han escrito dirigidos a un perro. Aquí os los dejo para que los disfrutéis.
Epitafio en el monumento |
reposan los restos de un ser
que poseyó la belleza sin la vanidad,
la fuerza sin la insolencia,
el valor sin la ferocidad,
y todas las virtudes del hombre sin sus vicios.
Este elogio, que constituiría una absurda lisonja
si estuviera escrito sobre cenizas humanas,
no es más que un justo tributo a la memoria de
Boatswain, un perro
nacido en Terranova en mayo de 1803
y muerto en Newstead Abbey
el 18 de noviembre de 1808.
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