Translate

18 de abril de 2012

Boatswain.


Lord Byron fue un poeta inglés que vivió durante el Romanticismo, murió en Grecia. Fue una persona muy particular, consiguió la reputación de un ser excéntrico, ostentoso y polémico; se inclinó por los más desfavorecidos, incluyendo su apoyo a España durante la invasión de Napoleón. Además se caracterizó por su amor y afición a los animales de compañía. Durante su vida compartió sus vivencias con numerosos animales desde gatos hasta monos. Pero sin lugar a dudas el más importante fue Boatswain.  
Monumento a Boatswain
Cuentan que en uno de sus viajes en barco, Byron vio que un perro había caído al agua.

Inmediatamente avisó al capitán para que rescataran al perro, pero este le dijo que el protocolo no permitía parar el barco a menos que cayera una persona. Byron, ni corto ni perezoso se tiró para socorrer al perro y gritó al capitán que cumpliera con el reglamento. Este perro era Boatswain. 

Cuando Boatswain murió, Lord Byron mandó construir en su jardín un gran monumento en honor a su peludo amigo y escribió en su tumba unos versos que personalmente, me resultan los versos más emotivos que han escrito dirigidos a un perro. Aquí os los dejo para que los disfrutéis. 
Epitafio en el monumento



Cerca de este lugar
reposan los restos de un ser 
que poseyó la belleza sin la vanidad, 
la fuerza sin la insolencia, 
el valor sin la ferocidad, 
y todas las virtudes del hombre sin sus vicios.

Este elogio, que constituiría una absurda lisonja
si estuviera escrito sobre cenizas humanas, 
no es más que un justo tributo a la memoria de 
Boatswain, un perro
nacido en Terranova en mayo de 1803
y muerto en Newstead Abbey
el 18 de noviembre de 1808. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario