A mi burro es la Asociación de Amigos del Burro de la Comunidad de Madrid. Podéis contactar con ellos desde su página web http://amiburro.es/ o desde su twitter https://twitter.com/#!/AmiburroMadrid. En esta asociación sin ánimo de luro se encargan de evitar la extinción del burro, está cerca del monte de Viñuelas. Toda está información y mucha más la podéis encontrar en la web que he puesto antes.
Además el motivo por el que estoy hablando de esto en un blog dedicado a la TAA es porque también podemos hacer terapia con burros (en el apartado "burroterapia" de la web de A mi burro, lo explica).
No sólo está esta asociación hay otras como, por ejemplo Bailando con Burros (http://www.bailandoconburros.org) que también ofrece burroterapia. Esta terapia al igual que la de los caballos, la cual trataremos más adelante, se denomina "equinoterapia".
Se han elegido los burros porque son unos animales tranquilos, muy cariñosos y con una gran facilidad para conectar con los humanos.
Además tienen una apariencia por la que es inevitable no sentir ternura por ellos hasta un gran escritor como es Juan Ramón Jiménez plasmó el carácter y apariencia de los burros en su tan reconocida obra Platero y yo.
Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro. Lo dejo suelto y se va al prado y acaricia tibiamente, rozándolas apenas,las florecillas rosas, celestes y gualdas. Lo llamo dulcemente: ¿Platero?, y viene a mí con un trotecillo alegre, que parece que se ríe en no sé qué cascabeleo ideal.
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